Finales del siglo XIX, un pueblo en Gran Bretaña. El famoso actor Lawrence Talbot decide regresar de su gira teatral por Norteamérica para atender el funeral de su hermano Ben, el cual ha sido destrozado por una criatura desconocida en los bosques que rodean su pueblo natal. El regreso también marca el reencuentro con su autoritario padre, el cual siempre lo despreció por considerarlo falto de carácter. Decidido a vengar a su hermano, Lawrence y la gente del pueblo sale de cacería por los bosques, pero el joven es atacado por una criatura gigante y queda seriamente herido. Sin embargo Lawrence se recupera milagrosamente y pronto en el pueblo se corre la voz de que ha sido atacado por un hombre lobo, contagiándole su maldición y convirtiéndole en uno de ellos. El inspector Francis Abberline de Scotland Yard decide apresarlo y acusarlo de ser responsable de las muertes de la zona. Pero una vez en cautiverio, el influjo de la luna llena desatará la transformación de Lawrence, generando una matanza; y pronto su alma torturada comenzará a buscar al responsable de la muerte de su hermano y de la maldición que ha condenado su propia existencia.
Voto a Dios y a los productores de Hollywood para que prohiban participar (de por vida) a Anthony Hopkins de otra remake de un monstruo clásico de la Universal. Hopkins se dió maña para arruinar la versión de Francis Ford Coppola de Dracula (1992), inundándola con una sobreactuación salvaje. Y si bien en esta remake 2010 de El Hombre Lobo el actor está mucho más restringido, el personaje que le toca en suerte es un engendro creado por este libreto y que no tiene nada que ver con el original. Pero sería injusto recargar las tintas sobre el actor; a todo el mundo le corresponde una cuota del fracaso de The Wolfman 2010, fallando miserablemente en conseguir algo memorable.
El Hombre Lobo es un monstruo clásico del panteón del horror de los estudios Universal, conjuntamente con Frankenstein, Dracula, La Momia y El Monstruo de la Laguna Negra, y todos creados entre 1930 y 1950. Con la excepción de Gill Man, todos ellos recibieron sus remakes en sus respectivos momentos; y con la salvedad de Drácula, ninguna de ellas ha hecho algo que valga la pena con los mitos que honran. Una vuelta de tuerca seria e intensa, que permitiera ver a la historia desde un punto de vista completamente nuevo.
Confieso no haber visto nunca el original de 1941 de El Hombre Lobo. Sé que no es una gran película y que su mayor contribución fue sentar toda la mitología moderna sobre los hombres lobo – el inocente condenado por una maldición; las balas de plata, etc -. La falta de visión del filme original de George Waggner me da cierta libertad de prejuicios respecto de la visión de la remake. Pero lo que uno sí entiende es que esta película trata sobre “el” hombre lobo. Vampiros hay muchos, pero sólo hay un Dracula; y lobizones habrá a centenares en la filmografía universal, pero Lawrence Talbot hay uno solo.
Pero uno se da cuenta de que el filme tuvo problemas enormes y no cumplió con las expectativas cuando investiga el backstage de la producción. Hace dos años que rodaron el filme y permaneció en el limbo hasta su estreno en el 2010. Pasaron dos directores como Mark Romanek y Brett Ratner hasta que la silla del director la ocupó Joe Johnston – Jumanji -. La partitura original de Danny Elfman fue tirada a la basura, trajeron al músico Paul Haslinger, lo echaron, y recuperaron el soundtrack de Elfman, sólo que le hicieron numerosos arreglos. El cambio del tono de la banda sonora motivó cambios en la edición del filme y el rodaje de nuevas escenas. A esto se suma que el maquillador Rick Baker se ofreció de manera entusiasta a crear al hombre lobo, ya que el filme de 1941 inspiró su carrera; pero en el corte final optaron por utilizar CGI para las secuencias de transformaciones, lo que arruinó el esfuerzo de Baker. Y tampoco es que el maquillaje de este artista (para esta versión) fuera algo que uno podría calificar como excepcional.
Lo que yo entiendo de los lobizones es que se tratan de tragedias con ribetes sobrenaturales. Es un inocente condenado a transformarse en un asesino cuando sale la luna llena, y no hay nada que pueda hacer para evitarlo. Es una mutación de la historia clásica de Jekyll y Hyde, pero mucho más dramática, ya que el protagonista ligó la maldición completamente de arriba y de manera involuntaria. Y, en el cine moderno, la única película que pudo reflejar esa suerte trágica fue El Hombre Lobo Americano en Londres. El tema es que el filme de John Landis data de 1981, con lo cual en treinta años no han hecho nada potable con el mito. Y aún siendo de 1981, El Hombre Lobo Americano en Londres tiene mejores efectos especiales (y más creíbles) que esta versión hecha en pleno siglo XXI.
Pero el problema más grande del filme es que no se contenta con un solo hombre lobo – como el original – sino que pone dos. Sí, Anthony Hopkins es el otro pero esto no es un spoiler ya que desde el primer fotograma vemos que el actor inglés no está haciendo de Blancanieves sino que destila maldad por todos sus poros. En el medio el filme sigue de manera respetuosa al original, aunque Benicio del Toro (fan de la película de 1941) no hace nada destacable con su personaje. Hopkins tampoco, y eso es decepcionante para dos intérpretes oscarizados de semejante altura. El Lawrence Talbot de del Toro es bastante anónimo y no despierta la simpatía del público. Es una performance ok pero no una destacable.
Pero cuando aparecen los efectos especiales, el filme comienza a clavarse de nariz. El maquillaje de Rick Baker homenajea al del original, pero a su vez no se ve bien – o será que los colores afectan a la credibilidad de la criatura frente a cámaras-; y los CGI son horribles. La pelea final es tan exagerada y patética que me hace acordar al clímax de Van Helsing (2004). La persecución por los tejados a mitad de la película carece de originalidad – parece tomada de la citada Van Helsing o de La Liga Extraordinaria -. Y todo en el filme se ve correcto pero chato – a excepción del desastre de los gráficos por computadora -, y totalmente insuficiente para homenajear a la historia de “el” hombre lobo como corresponde.
Aquí calificamos de acuerdo a las expectativas; y para los fans del horror, El Hombre Lobo 2010 resulta decepcionante. Es un filme standard al que le queda muy grande el prestigioso traje que pretende ponerse. Inserta con calzador la presencia de un villano que la historia no precisaba, con la excusa de generar un grand finale que no satisface a nadie. Todo es chato y fácilmente olvidable, demasiado lineal y carente del sentido de la tragedia que siempre caracterizó a la historia.
Fuente: FOTOGRAMAS (ESPAÑA)
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