Cuentan que un hombre que solía espiar a las mujeres bañándose en el Río Magdalena, consultó a un brujo para que le hiciera una pócima que le permitiera convertirse en caimán, y así ver a las bañistas sin ser descubierto.
Por esta razón, acudió donde el brujo quien le entregó lo que él pedía y le entregó otra poción extra, con la que podría convertirse nuevamente en humano.
Obviamente, para volver a ser hombre, alguien debía regar la pócima cuando estuviera en forma de caimán. Por eso, recurrió a uno de sus amigos quien sorprendido con lo que vio, dejó caer la fórmula solo en la cabeza del caimán y no en el resto del cuerpo.
¿Y qué crees?, quedó convertido en un ser mitad hombre mitad animal. Se dice que únicamente logró atemorizar a las mujeres y deambula por la desembocadura del río.
Su amigo tras ver la transformación, del susto dejó caer la botella que contenía el otro brebaje que era para ser humano al piso y unas cuantas gotas cayeron en la cabeza del otro transformándolo en un «Hombre Caimán» mitad hombre, mitad animal.
Tras la bulla y sorpresa, las mujeres huyeron de inmediato a ver este ser pensando que las comerían. Algunos cuentan aún que aquel «Hombre Caimán» aún acecha los ríos asustando a las mujeres hermosas o lavanderas.
Sin embargo, otros relatan que en el río donde él fue descubierto, ya nadie más se bañaba, y sólo era visitado visitado por su madre quien le preparaba y llevaba la comida que a él más le gustaba.
Cuando su madre falleció, el decidió dejarse llevar por el río hasta su desembocadura, donde desapareció y nadie lo volvió a ver otra vez.
Se dice que los pescadores aún tienen la esperanza de poder cazarlo, pero hasta ahora, no hay éxito ni referencias del mismo.
Fuente: RCTV NOTICIAS
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